¿OSCAR A LA CORONA?


Antes de que nos subamos a los autos, llenemos nuestros cuerpos con ese impasable aguardiente y nos lanzemos harina unos a otros por la nominación de la colombiana Isabel Vega a los próximos premios Oscar, hay que tener en cuenta ciertos aspectos.


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Primero, parece ser que cuando una persona nace en este tierra olvidada por dios, debe abandonarla antes de que cumpla cierta edad (calculada temporalmente en cinco años), ya que, como se sabe, el cerebro se desarrolla con las experiencias sensoriales dadas por el entorno y la interpretación, que en Colombia significa una predestinación a la malicia indígena y al deseo de ganarse el baloto sin siquiera comprarlo. Por el contrario, y siempre desde el nivel Jolibudense, actrices como Catalina Sandino o Karina Arroyave, actores como John Legizamón, (quje pena, LeguÍzamo) o, ya en este caso, directoras como Isabel Vega, han demostrado que la temprana huida de la influencia colombiana (y la posterior radicación en Estados Unidos) influye en el futuro triunfo. Pero, técnicamente, es un error declarar "Colombiana" a una persona criada y educada en otro país. Digo yo. Segundo, Isabel Vega es CO directora, de un cortometraje estadounidense, junto a una directora del país del norte también, así que la cuota colombiana queda en los primeros meses que la Vega estuvo en nuestra tierra. Tercero, no es, como muchos medios han asegurado y seguirán asegurando, la segunda participación de una colombiana en los premios Oscar. Antes que la Sandino, Patricia Cardoso había dirigido El reino de los cielos, cortometraje con el cual ganó el premio Oscar de la Academia en la categoría estudiantil en 1996. Cuarto, el cortometraje La Corona, con el cual participan Isabel Vega y Amanda Micheli, trata sobre el Reinado que se desarrolla en la Cárcel de mujeres el Buen Pastor, y no se si será prevención innecesaria, pero huele a la porno miseria la que nos tienen acostumbrados productos como Maria llena eres de gracia o las producciones de Victor Gaviria. Y es que hasta cuando los temas clichés sobre Colombia como un seguro para ganar simpatías con los jurados de los premios de cine en desmérito del buen nombre del país. Y ya. De corazón bacano que gane, pero sólo si es el mejor corto entre los candidatos, no por el simple hecho de que una de las directoras haya nacido en esta tierra. POSDATA: ¡Joder! ¡Se murió el Joker!
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