Ayer fue 24 de Junio. Que recuerde, cumplen años Annie, Darko, una niña de los tiempos del chorro, y el Maestro, el Escritor, el incomparable Ernesto Sabato. Fecha aciaga en verdad, se ubica en las antípodas de la celebración religiosa del nacimiento de Jesús, condición que obliga al siempre presto a la parodia satanismo a ubicar el nacimiento del anticristo precisamente en esta fecha, sabática en verdad e ideal para que se realicen aquelarres. Es un día muy cargado de energías, a sólo dos días de la noche más larga del año.Y, aunque nació un Grande, en 1911 destinado a internarse en el lado oscuro de la existencia y plasmar sus ficciones en libros y pinturas, 24 años después se fue otro, el morocho del Abasto, el zorzal criollo, el que cada día canta mejor, pese al increible inconveniente de estar muerto. Carlito, sos grande, si vuelvo a Medellín esta vez si paso a un chuzo tanguero, que la vez pasada, extasiado por la nutrida presencia femenina, dejé pasar la oportunidad, te debo esa, a vos y al Pollo, la próxima vez si tomo y obligo. Gracias Gardel y gracias a ud, Maestro, y un abrazo en sus 96 años. Cuando leí el túnel, tenía yo la tierna edad de unos once años y ud 80. Le pedí entonces que no se muriera, y veo que ha cumplido mi egoista deseo 16 años. En menos de tres semanas cumplo treinta y le pido, de nuevo, que aguante otro rato, mientras me adapto a que la gente se va en serio. Viva más tiempo, Maestro, por favor.
Ayer fue 24 de Junio. Que recuerde, cumplen años Annie, Darko, una niña de los tiempos del chorro, y el Maestro, el Escritor, el incomparable Ernesto Sabato. Fecha aciaga en verdad, se ubica en las antípodas de la celebración religiosa del nacimiento de Jesús, condición que obliga al siempre presto a la parodia satanismo a ubicar el nacimiento del anticristo precisamente en esta fecha, sabática en verdad e ideal para que se realicen aquelarres. Es un día muy cargado de energías, a sólo dos días de la noche más larga del año.Y, aunque nació un Grande, en 1911 destinado a internarse en el lado oscuro de la existencia y plasmar sus ficciones en libros y pinturas, 24 años después se fue otro, el morocho del Abasto, el zorzal criollo, el que cada día canta mejor, pese al increible inconveniente de estar muerto. Carlito, sos grande, si vuelvo a Medellín esta vez si paso a un chuzo tanguero, que la vez pasada, extasiado por la nutrida presencia femenina, dejé pasar la oportunidad, te debo esa, a vos y al Pollo, la próxima vez si tomo y obligo. Gracias Gardel y gracias a ud, Maestro, y un abrazo en sus 96 años. Cuando leí el túnel, tenía yo la tierna edad de unos once años y ud 80. Le pedí entonces que no se muriera, y veo que ha cumplido mi egoista deseo 16 años. En menos de tres semanas cumplo treinta y le pido, de nuevo, que aguante otro rato, mientras me adapto a que la gente se va en serio. Viva más tiempo, Maestro, por favor.